En mar abierto

Un grupo de jóvenes con un trastorno de la coagulación, avalados por la Asociación Venezolana para la Hemofilia, se han planteado retos nada comunes. En 2010 cumplieron con éxito el Desafío Orinoco, que implicaba nadar 3,2 kilómetros del río más largo de Venezuela. En 2012 decidieron volver a ponerse una meta nada frecuente: cruzar en el Caribe mexicano, la bahía que separa tierra firme de isla mujeres, en Cancún.Para ello, junto con la Federación de Hemofilia de México, se inscribieron en la competencia Por la Libre, que congregaba a personas de distintas procedencias y condición física.En esa oportunidad, debido a las condiciones climáticas, no pudieron concretar el reto de nadar entre los dos puntos, pero igual cubrieron un trecho en aguas abiertas.Sin embargo, para los organizadores, los objetivos se...

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