Margarita en un día

Cómo llegar. Por avión, en fe rry desde Puerto La Cruz y Cumaná o en los tapaítos desde Chacopata. En Porlamar. Venezuela no se caracteriza por la permanencia. Margarita no escapa a esta sentencia. Así que actualizar es un ritual sorprendente. Salimos a La Caracola pa ra caminar. Es domingo muy temprano. En playa Valdez hay peñeros que llegan, gente que se da un baño breve y pesas donde ofrecen pescado recién sacado. José Gregorio Vizcaíno ofrece su trabajo de mar a diario de 6:00 a 10:00 am. Sólo lo que ha obtenido desde que sale a las 4:00 am. Dorado, carite, palagar, picúa, corocoro. Vendo a 25 bolívares el kilo. Lo más caro es el carite a 40. Mucha gente se acerca a comprar. Más allá hay un barco que es casi una ruina. Pensamos que estaba medio hundido. Una autoridad nos saca del lugar, no sin antes contarnos que está detenido. Pertenece a unos chinos y consiguieron un cadáver en la cava. En los tarantines de empa nadas y arepas la concurrencia gana el peso que bajó en la caminata o trote. Grande la oferta de fritanga y rellenos, aunque hay la alternativa de las arepas asadas. Carmen y su marido José Gregorio trabajan junto con los hijos, de lunes a lunes de 6:00 am a 3:00 pm. Tienen hasta una empanada Ricky Martin, rellena con mariscos y otra de camarón con queso parmesano. En frente se instala Rafael Meza con su mesita Don Queso. Ofrece puros manjares criollos: de mano, palmita, telita, duro, guayamano y palmizulia. Vienen directamente de Guárico: Zaraza, Valle de La Pascua, Tucupido. Por ahí mismo nos entera mos que continúa la recuperación del hotel Concorde. A un ritmo pausado, pero no hay abandono. Lo venden tipo resort. También hay cerca un edificio precioso con vidrios por todos lados para que el mar se meta en el hogar. Se ve medio detenido en las áreas externas. Ojalá lo concluyan. Mercado de Los Cocos. Con fieso mi pasión por el Mercado de Los Cocos en pleno centro de Porlamar y frente al mar. Pasamos antes por el Puerto de la Mar. Me asomo por las rejas. Abandono, basura, portones sostenidos por un pedazo de alambre, monte, escaleras paralizadas. Da dolor tanto egoísmo. No lo dejaron ser puerto de cruceros. Se supone que es una universidad. No luce como nada. Al entrar al mercado se apa rece una mesita con una excelente morcilla. Al lado un chorizo gigante. Cuenta Maribel que se va todos los miércoles a Carúpano en el tapaíto desde Chacopata, compra y ofrece sus finezas de tierra firme los fines de semana. Más allá La Nena...

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