Eduardo Marturet: Caracas es la ciudad a la que recurro para renovarme

Se había anunciado una única función para el 24 de junio del espectáculo que Eduardo Marturet y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar realizarían a beneficio de Fundana, una organización no gubernamental que brinda refugio a niños que han sido víctimas de maltrato, abandono o negligencia. La convocatoria contó con tal recepción que fue necesario organizar otra cita. Aun así, muchos se quedaron con ansias de disfrutar de la presentación. Por eso el sábado ofrecerán, con entrada gratuita, un tercer concierto. Fue una de las experiencias más lindas que he tenido como artista en mi país porque se unieron los esfuerzos por ayudar al prójimo y más bonito porque se trata de estos chiquiticos. Fue un efecto multiplicador inusitado. Definitivamente algo fuera de serie. Una situación ideal para el director es que no hicieran falta fundaciones, cárceles ni policías, pero Âafirma hay que conectarse con la realidad. Organizaciones como Fundana cumplen una labor muy importante, pues le devuelven a estos pequeños lo que la sociedad les ha negado. La música ha probado su profundo poder de transformación, que no tiene fronteras. Aquellos fueron conciertos de esos que curan el alma. El director, sin recurrir a nin gún archivo, recuerda que hizo su debut el 7 de octubre de 1978 en la sala José Félix Ribas con la Sinfónica Simón Bolívar, la de los fundadores de la institución que conduce José Antonio Abreu. Ha sido un privilegio verlos crecer. El sistema de orquestas representa la Venezuela del primer mundo. Ellos son el país que siempre he soñado. Para la tercera cita, que tam bién será en la sala Simón Bolívar del Centro de Acción por la Música, cambiará la medicina. Esta vez no interpretarán...

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