La maté porque era mía

Pasan cosas curiosas en el mundo. Comencemos por Malika Montagna. Esta emprendedora pari sina fundó una empresa de taxis sólo para mujeres, nada menos que en la ciudad luz. Quiere darle seguridad y confort al género. Dice haberse inspirado en otras ciudades del planeta, como Medellín, Dubai, Mtabybel, Puebla o Kazán. Malika ha desenfundado razo nes de peso para desarrollar semejante iniciativa de negocios. Comenzó a preocuparse el día en que se enteró del asesinato de una sueca de 19 años de edad en las afueras de París. La estranguló un taxista sin licencia. Las noticias sobre mujeres no son más alentadoras en un país vecino de Francia. Enclavado en el corazón de la Unión Europea, España exhibe unas cifras de violencia contra las mujeres que ponen la piel de gallina. Cuesta imaginar que una sociedad aparentemente moderna y desarrolla esconda ese corazón tan partío. En cuatro años y medio, de 2007 en adelante, 1.141.110 mujeres denunciaron ante las autoridades que sus parejas las maltrataban. En ese país mediterráneo hay 20 millones de mujeres mayores de 15 años de edad, que pueden en cualquier momento ser objeto de algún acto de violencia. No han pasado aún 14 días des de la última vez que una mujer murió a manos de su marido, por celos o despecho. Ocurrió en Vi car, uno de esos pueblos de casas blancas del sur de España que suelen hacer babear a los turistas distraídos. La mujer salió al balcón a pedir ayuda, pero la fuerza de su esposo la arrastró hasta adentro y la golpeó hasta matarla. Pudo haber sido contra una pared o con un martillo. No es un hecho casual. Es el asesinato número 47 del año 2011. En los mismos 4 años referidos anteriormente, 271.032 mujeres llamaron a la línea destinada a asesorar a quienes han sufrido violencia machista en España es el número 016. Lo que ofrece un rango de 181 víctimas al día. De ese universo ya casi llegan a 50 las que han muerto a manos de esposos iracundos. Todas estas cifras hablan de un primitivismo sordo enquistado en una sociedad que entró en la modernidad después de años de autoritarismo y barbarie política, signadas por la figura del generalísimo Francisco Franco. Pareciera atrevido suponer que las heridas que supone toda...

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