Maternidad, internacionalización y divorcio: todo al mismo tiempo

Muchos latinos no saben qué significa Chiquinquirá. No conocen a la virgen ni saben dónde queda el estado Zulia; creen que es un apellido y les cuesta retenerlo. Los intentos de pronunciación se pasean por Chiquinquira, Chirínquira o incluso Chilindrina cuando quieren referirse a la animadora venezolana, que ahora trabaja en Univisión, un canal de televisión en español con señal en Estados Unidos. La presentadora todavía puede darse el lujo de recorrer las calles de Miami sin ser reconocida. Puede salir al automercado y regresar a su casa sin firmar un solo autógrafo, pero no puede pasar desapercibida. Porque Chiquinquirá Delgado no escapa a las miradas, ni de hombres ni de mujeres, aunque salga en cholas y con suéter, lentes y el cabello recogido. En el magazine Despierta Amé rica intentan suavizar su ima gen provocadora y darle una más seria, más acorde con las 7:00 am. Pero, igual, a las faldas largas y los cuellos tortugas les cuesta tapar tanto encanto. --Después de tantos rumores de divorcio, al fin ocurrió. ¿Qué pasó? --La distancia acabó con la relación. Todo empezó cuando la vida de Daniel Sarcos cambió y tuvo que irse a trabajar fuera de Venezuela. Viajé a Estados Unidos para dar a luz y el embarazo y el posparto los pasé con mi mamá. Él vino cuando nació Carlota y se volvió a ir. Como pareja, no pudimos sobrellevarlo. --¿Cómo tomó la decisión de divorciarse? --Siempre he pensado que las mujeres no tenemos por qué sufrir, ni los hombres tampoco. Una pareja es para que te sume, te acompañe, te haga reír. Cuando eso deja de pasar, no tiene sentido. Lo más sano para los dos era volver a ser amigos, como al principio. --¿Y lo son? --Creo que eso mejorará con el tiempo. No puedes preten der que de la noche a la mañana el que era tu esposo, que ahora llega a la casa de visita, sea tu mejor amigo. Pero hay cariño y respeto y el deseo de que a Carlota le afecte lo menos posible la situación. Ambos compartimos eso. No hay rencor, ni rabia. Para mí es volver a lo que me pasó con María Elena, mi primera hija, que ya tiene 18 años de edad. Es un camino que conozco bien. --¿Hoy en día es amiga de Guillermo Dávila su primer esposo? --No, pero no porque no queramos. Todo está bien, pero María Elena creció y ahora ellos se entienden directamente. El salto --¿Cómo entró a Univisión? --Cuando mi hija tenía apenas 2 meses de nacida contacté a una persona del canal. Surgió el proyecto de Mira Quién Bai la Âla versión en español del programa Dancing...

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