Medicamentos en vivo

Quien ha hecho yogur casero alguna vez ha visto el milagro: de un grupito de bacterias nadando en leche se obtiene luego un producto espeso, ácido, rico en microorganismos vivos que son beneficiosos para la flora intestinal. Con principios en parte similares, aunque a una escala muchísimo más sofisticada, la farmacología actual está desarrollando cada vez más productos que se aprovechan de células vivas para producir moléculas innovadoras, para cubrir necesidades terapéuticas por vías que un medicamento convencional aún no llega a transitar. A estos medicamentos se les conoce como biotecnológicos, y su materia prima puede obtenerse de microorganismos, órganos, tejidos, células y fluidos de origen vegetal y animal. También puede basarse en proteínas obtenidas por modificación genética de ciertas células.

Al comprender y manipular estos agentes y al combinar sus mecanismos de acción, los resultados son variables. "Estamos hablando de procesos que se originaron con metodologías muy antiguas y artesanales, propias de la producción de vino y cerveza", explica Gilberto Castañeda, investigador en Farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México Âmiembro también del Centro Latinoamericano de Pesquisa en BiológicosÂ, en el marco de un reciente evento de Roche en Brasil.

"Uno de los orígenes de la biotecnología médica se atribuye al descubrimiento de la insulina, esa proteína que al mismo tiempo es una hormona. ¿Cómo se obtenía en principio la insulina para tratar a los diabéticos? Del cerdo, lo cual traía enormes problemas de impurezas, poco abastecimiento y reacciones adversas del sistema inmune", explica. Con el desarrollo creciente de la ciencia, fue posible obtener después una insulina humana recombinante.

"Eso significa que uno toma un gen humano, lo recombina con un gen bacteriano y así obtiene bacterias que hacen el trabajo de producir la insulina. Este avance fue una revolución porque ayuda a manejar la diabetes tipo I: hablamos de pacientes que ya no se mueren y tienen una vida medianamente normal".

A la par de la investigación de múltiples trastornos, Castañeda explica que se industrializaron luego otras hormonas como la del crecimiento. "También se empezó a averiguar cómo se hacen los glóbulos rojos y los blancos, y se determinó que el riñón produce una sustancia llamada eritropoyetina que llega a la médula ósea y le avisa que debe producir glóbulos rojos. Así, cuando alguien tiene...

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