El mejor otoño de Salomón Rondón

A pesar del tono triste que puede transmitir el otoño europeo, con sus hojas marrones tiradas por el suelo, esta suele ser una gran temporada para Salomón Rondón, quien ha cosechado varios de sus mejores momentos alrededor del equinoccio de septiembre. Mientras los árboles dejan caer sus hojas, el caraqueño hace caer goles como el que zarandea árboles llenos de frutos. Ayer, en su último partido de este mes, encaminó la goleada del Rubin Kazan en casa del Rostov con otros dos tantos, su tercero y cuarto con la camiseta de su nuevo equipo. Con el 99 a la espalda, y su apellido escrito en ruso arriba, Rondón hizo de delantero centro nato, de los de la vieja escuela. Entre los requisitos para ese papel está la efectividad y el de Catia lo cumplió: tuvo tres ocasiones y convirtió dos. La primera fue en un desborde por la izquierda que terminó en un centro al área. Una vez ahí, el venezolano saltó más que nadie y conectó de cabeza el 1-0. Unos minutos más tarde corrió entre los dos centrales a una pe lota bien fi ltrada. Al borde del área la bajó y en un suspiro remató la bola que se convirtió en el 2-0. Antes de salir sustituido en el minuto 82 tuvo una más, al forcejear y ganar una pelota que terminó estrellando en el torso del portero. Cuando un equipo gana y el jugador marca, por supuesto que debo alabarlo pero clara mente tiene que seguir trabajando. Él es un jugador joven y tiene el potencial para seguir creciendo, destacó el técnico Kurban Berdyev sobre el papel del caraqueño. Relación larga. Con las dos conquistas de...

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