Los mercados liquidaron a Berlusconi

Cuatro días transcurrieron desde que el primer ministro Silvio Berlusconi anunciara su salida con el propósito de despejar el camino a un gobierno de emergencia, que tendrá la compleja tarea de evitar el hundimiento de una Italia sumida en la crisis de la deuda. Finalmente, la dimisión se concretó anoche en una visita que efectuó al palacio del Quirinal, sede de la Presidencia de la República, donde se reunió con el jefe del Estado, Giorgio Napolitano. A la salida de su último acto como jefe de Gobierno, Il Cavaliere presenciaba, entre la caravana de vehículos que lo escoltaba, la alegría de centenares de ciudadanos que se apropiaron de ese y otros espacios de Roma para celebrar el fin de un período de 17 años marcado por el sello personal del magnate, de 75 años de edad. En las concentraciones reso naba el coro del Aleluya de Handel. ¡Bufón, bufón!, gritaron algunos mientras pasaba la seguidilla de automóviles. La aprobación de las medidas de austeridad, que se concretó ayer, fue la condición que puso Berlusconi para entregar el cargo y sepultar una era que incluyó cuatro períodos al frente del Gobierno de Italia. La presión de los mercados ante la insostenible deuda Âque supera el nivel de rescate de Grecia, Portugal e Irlanda obligó a buscar un consenso político para garantizar un ambiente menos hostil ante el crítico escenario que se avecina. La solución, por recomendación implícita de los poderosos de Europa, pasaba por la renuncia de Il Cavaliere. A juicio de Andrea Noferini, politólogo italiano e investigador del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona, es difícil que cualquier gobierno se mantenga ante la envergadura de esta crisis; menos un gobierno con un recorrido de decadencia política evidente, como el de Berlusconi. Fueron 17 años de berlusco nismo, y los últimos dos bien complejos por el escenario que vive Europa. La mayoría que Berlusconi ostentaba en el Parlamento venía proyectando dificultades con el distanciamiento, en 2010, de Gianfranco Fini, uno de sus mayores aliados. Berlusconi tuvo que recurrir a tránsfugas para alcanzar, a veces, la mayoría de escaños. A toda esta historia se añaden las presiones de la Unión Europea, en particular del directorio francoalemán, necesarias para que el país recupere la confianza internacional, explica. El plan de ajustes, aprobado el...

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