El método Fujicapone

  1. No importa con cuánta diplomacia se hubiese comportado la bancada democrática en el inicio de sus funciones, el resultado final hubiese sido el mismo.Nada se hubiese alterado si Henry Ramos Allup, co mo un rey mago, llegaba al acto de instalación de la nueva Asamblea Nacional ofreciendo presentes a los jefes rojos.Una corbata para Carreño. Un fular para Flores. Un mazo de alabastro para Cabello. Lo mismo si al final de la sesión Julio Borges invita a la bancada roja a depositar a cuatro manos una ofrenda floral ante las imágenes de su comandante eterno. Diosdado Cabello se hubiese declarado en rebeldía denunciando que se trataba de un intento de soborno. Carreño subiría atropelladamente al presidio calificando la invitación de Borges como un ardid para apropiarse de un símbolo sagrado. Y Maduro, en cadena nacional, amenazaría con volverse loco y convocar al pueblo armado a impedir que las cochinas flores del imperialismo y la oligarquía mancillaran la pureza del hijo predilecto del Libertador.2. Porque lo que está en juego, desde mucho antes de la realización de las elecciones del 6-D, cuando la cúpula militar-cívico que controla el país tomó conciencia de su inminente derrota, es la aplicación del mismo guión que desde hace poco más de una década ejecuta el oficialismo cada vez que sufre una derrota electoral. Lo llamaremos de ahora en adelante el método Fujicapone, una técnica de gobierno que consiste en actuar de manera explícita e intencionalmente delictiva pero intentando mantener al máximo y por el mayor tiempo posible la sensación de legalidad. Una suma de los aportes del ítalo de Brooklyn y el nipón de Lima. Chávez era un maestro en la aplicación del método. Reconoció el triunfo aplastante de Antonio Ledezma sobre Aristóbulo Istúriz, pero convirtió a la Alcaldía Metropolitana en un cascarón casi vacío, le arrebató su sede y propiedades, más buena parte de sus competencias. Creó por decreto un gobierno paralelo nombrado a dedo desde el trono de Miraflores.Maduro cerró el círculo secuestrando al alcalde con un comando armado y enviándolo a prisión hasta el día de hoy. Reconoció también el triunfo de Henrique Capriles sobre Elías Jaua, el homófobo ejemplar, pero le creo al perdedor...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR