Michel Camilo estremeció a Barquisimeto

Fue el primer concierto a solo piano de Michel Camilo en 2012 y, de acuerdo con su agenda en lo que queda de año, será también el último. El pianista dominicano ha estado más concentrado en la gira de su álbum Mano a mano, que grabó con el percusionista puertorriqueño Giovanni Hidalgo y el bajista cubano Charles Flores, su amigo, que murió hace un par de semanas después de luchar contra un cáncer de garganta. Camilo, de luto, accedió a su marse a un festival de jazz que, en la séptima edición, mantiene una curva ascendente en cuanto al renombre de los artistas que presenta. Y lo hizo con la mejor disposición. Un mes antes, el músico, que pertenece a la élite del jazz latino mundial, le dio a El Nacio nal una entrevista por teléfo no desde Nueva York que duró una hora. Es el tiempo que, en suma, le cedería una docena de estrellas pop internacionales a un reportero venezolano. A pesar de llegar muy tempra no a tierra larense, con pocas horas de sueño, sonrió en todo momento. Estoy muy complacido de estar por primera vez acá, dijo en varias ocasiones. Luego participó en una de sus experiencias preferidas. Dictó una clínica a un grupo de estudiantes. Aprendo mucho porque tengo que esforzarme en explicar cosas que doy por sentadas. Almorzó en el restaurante Tiuna, mientras Hana Kobayashi y su cuarteto probaban sonido y, después de un breve descanso, acudió al remozado Teatro Juares, una edificación que pareciera desconectada del resto del paisaje urbano. Un lugar que se ajusta como un guante al Festival de Jazz de Barquisimeto, que en ante riores ocasiones ha presentado a artistas como Mike Stern, Stanley Jordan, Dave Valentin y bandas como Yellow Jackets. Antesala siciliana. Francesco Cafiso, saxofonista que de adolescente llamó la atención del estadounidense Wynton Marsalis, ahora tiene 23 años de edad, escribe sus propios temas y viaja con Plácido Rubino trompeta, Marco Micheli contrabajo y Giovanni Mazzarino. Sus canciones, que de pronto coquetean con el tango y otras especies, son como pasajes sin escala a Italia. Es una propuesta estética que, más allá de las demostraciones técnicas, busca el deleite. Una vez que el italiano calen tó a la audiencia, que plenó el teatro, fue presentado el dominicano. Una vez más, Camilo reiteró su deseo de interpretar una de sus obras para piano y orquesta con el...

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