Milagro de convivencia

Sean Penn que nadie olvide su colosal estatura como artista, por encima de sus posiciones políticas como una versión fosilizada y cuasi artrítica del cantante de The Cure, y Jorge Drexler, que inesperadamente puede ser también un comediante notable, son los rostros más reconocibles del VI Festival de Cine Judío que comienza mañana. Las noticias que lle gan de Tierra Santa ensordecen y perturban. Mientras tanto, Jacqueline Goldberg, directora de la iniciativa cinematográfica que se celebra desde 2007 bajo el auspicio del Centro Social Hebraica, coloca un papelito con una plegaria de tolerancia en el Muro de los Lamentos. En las películas de este año reaparece un mensaje a favor de la coexistencia, la amistad y el respeto al otro. Eso lo notamos después de que habían sido escogidas, señala. En Un lugar donde quedarse 2011, una película de carretera filmada por el irreverente director napolitano Paolo Sorrentino, Sean Penn es Cheyenne, una reliquia del pop rock de los años ochenta tras la pista del nazi que torturó a su padre en Auschwitz. La cinta ganó el premio del Jurado Ecuménico del Festival de Cannes del año pasado. Es el tesoro salomónico del Festival de Cine Judío junto con Pie de página Hearat Shu layim, 2011, una comedia ne gra israelí sobre dos teólogos, padre e hijo, que difieren radicalmente en las interpretación de las escrituras talmúdicas, y postulada al Oscar como Mejor Filme en Lengua Extranjera. Música y baile. El cantautor uruguayo Drexler, hijo de un judío alemán que escapó del Holocausto, no pone la música, pero si su revelación como humorista en la comedia romántica La suerte en tus ma nos 2012, en la que interpre...

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