Un mito sexual, a pesar de sí misma

¿Qué hizo de Marilyn Monroe un rostro perdurable como el de La Gioconda?, se preguntaba el domingo en La Jornada el periodista Javier Aranda Luna al sugerir que tal vez esa trascendencia se debió a que Norma Jeane Baker no sólo fue bella, ni sexy, ni sólo fue inteligente... ni siquiera la rubia boba de sus personajes que resistió los embates del macartismo y su cacería de brujas, sino que atesoró un secreto con el cual incluso llegó a ejercer dominio sobre la Casa Blanca. Parte de esta interrogante pa rece responderla el psiquiatra Rafael Ontiveros: A partir de ella parece haberse reforzado sin dudas el arquetipo de mujer sexualizada, con esa intensa carga erótica que enloquecía a los hombres y aún pone a prueba las creencias religiosas tanto de cristianos como de fundamentalistas islámicos. Ontiveros, quien empezó por seguir desde Caracas las huellas de Monroe como parte de una afición juvenil y más tarde se transformó en un estudio de personalidad, sospecha que la clave de la vida sexual de la actriz parece surgir de dos libros de Simonne de Beauvoir: El segundo sexo y La mujer rota. El primero, por la forma cómo encarnó la pasión sin que el sexo fuera en absoluto secundario para ella; y el segundo, por el transcurso de una historia que estuvo quebrantada emocionalmente y la convirtió en una víctima del sexo. De chica inocente a femme fa tale. ¿Fue Marilyn Monroe la re presentación de la mujer seductora? Para el psiquiatra Roberto De Vries, toda femme fatale expresa la simbología del poder femenino que se genera en el sexo y la sexualidad, así como del erotismo y que, por tanto, también representa el ideal de placer al tener todo lo que un hombre aspi ra tenga la mujer que elija como compañera: belleza, capacidad amatoria y reproductora. D e Vr i e s afirma que una femme fatale, tal co mo lo indica su nombre, es una hembra que atrae sexualmen te al macho, pe ro que al mismo tiempo represen ta, como en otras especies animales, el re to continuo lleno de peligros que puede llevar a la muerte, de enfrentarse a una mujer cuya conquista es arriesgada. En el caso de Marilyn Monroe había en ella una condición natural que la mostraba inocente y al mis mo tiempo atractiva debido a su magnetismo, lo que alimentaba la...

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