Mitos y realidades sobre los llenos

Recientemente fui-mos testigos de un espectáculo impresionante que en el torneo local: el lleno del estadio Metropolitano de Cabudare para el partido entre el CD Lara y el Caracas. El líder se enfrentó a su escolta bajo la mirada de 43.150 espectadores, según la directiva del cuadro local. La cifra representa un récord de asistencia para un partido del fútbol venezolano. El espectáculo fue perfecto. Salvo por el empate sin goles, no hubo incidentes de violencia, la fiesta transcurrió en paz y el país entero fue testigo del golpe a la mesa que dio una plaza en la que se vive el fútbol, pero en la que no había destacado demasiado la asistencia de público a ver a sus equipos. Todo fue tan perfecto que hubo dudas. Evidentemente la organización del Lara debe crecer para manejar de mejor manera a la inmensa masa de gente que volteó a ver a su equipo. Pero infladas o no las cifras, el marco fue impresionante. Un golpe de aire a un torneo que tiene muchísimos problemas. Caer en discusiones sobre la veracidad de la cifra, es inútil. Tanto como poner a competir al beisbol con el fútbol en Venezuela. Todos quienes conviven dentro del balompié nacional deben entender que el lleno de un estadio, es el lleno de todos. Que el éxito de un club, de una u otra manera, tocará a la puerta de los que compiten con él en este torneo. Que haya instituciones serias, equipos con buen despliegue y que además los partidos se desarrollen en escenarios aptos, ayuda a elevar el nivel del espectáculo. Por eso resulta insensato que la gente en Guayana desmienta a la de Lara por el récord de asistencia en un partido del torneo venezolano. O que desde Barquisimeto les contesten. Los 40 mil de Cachamay que vieron la vuelta de la semifinal de la Copa Venezuela son tan valiosos como los 43.150 de Lara. También los de otras plazas de Venezuela que han...

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