Sin modelo

El proceso político que lideró Hugo Chávez mostró rasgos variopintos, un poco de ideología, otro tanto de concepción militar, algún componente reivindicativo, facetas de patriotismo, algunas dosis elevadas del supuesto socialismo, toques de estatismo, nacionalismo, colectivismo y hasta sus invocaciones a fundamentos religiosos. Algunos componentes en el plano político, otros en la concepción de la sociedad y del hombre, el papel del Estado, y hasta temas morales. De todo un poco.Desde los discursos iniciales se hablaba de un norte, se trazaron líneas con respecto a un dibujo de muy largo plazo que presentase una realidad completamente transformada para el país al cabo de las décadas de plata y de oro. Referentes abundan. Desde los documentos seminales del movimiento bolivariano hasta instrumentos programáticos, pasando por una Constitución emanada de una Asamblea Nacional Constituyente.Esos documentos parecen candidatos a ser historia, se alejan de la posibilidad de ser implementados. El arreglo político y las condiciones presentes se apartan del inventario de elementos necesarios para que puedan concretarse. Como si hubieran cambiado el molde de las piezas de Lego y las nuevas no encajasen. De allí, que el rumbo se ha desdibujado, los discursos no se engranan, no hay una producción legislativa que reitere directrices y rumbos.Dentro del diseño institucional se encuentran algunas piezas cuyo presente es incierto pero que estarían llamadas a dar coherencia a todo. Por una parte, la doctrina de seguridad y defensa, cuya revisión acaba de ser anunciada. También puede referirse el Libro Rojo del principal partido oficialista que será revisado en un congreso en el futuro. Otros elementos más puntuales, como la...

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