Gustavo Molina admiraba a Galarraga y a Roberto Carlos

Gustavo Molina tenía dos ídolos cuando era niño. Uno venezolano y otro brasileño. Uno jugaba con una pelota de costura, la cual trataba de ponerla en las gradas. El otro lo hacía con un balón y buscaba introducirlo en una portería. Sin embargo, Molina decidió seguir los pasos de su compatriota y prefirió el beisbol como su forma de vida, abandonando así el fútbol, el deporte que jugó durante su niñez. Para nadie es un secreto que dar el salto en el fútbol hace 15 años era muy difícil. Tal vez ahora tenga mayor auge, pero por eso decidí jugar beisbol, sabía que en este deporte tenía futuro y en este país es más fácil llegar a ser profesional, expresó Molina. El receptor de Caribes admi raba en su infancia a Andrés Galarraga y a Roberto Carlos, pero en su más reciente visita al Estadio Universitario, Molina estaba en el dugout visitante con una camiseta de uno de los equipos de la Liga Profesional de Baloncesto con la leyenda Marinos Campeón. No soy seguidor de ningún equipo en particular. Los muchachos siempre me regalan camisas. Por ejemplo, ésta me la regaló Ramiro, que es el trainer de nosotros y también de Marinos, comentó Molina, quien agregó que él sabe que resulta extraño ver en un clubhouse...

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