En este momento no existen las condiciones mínimas para el crecimiento del bailarín

Sonia Sanoja tiene una mirada penetrante.Antes de contestar cada pregunta hace una pausa larga. No hay parpadeo en sus ojos, pozos que a ratos parecen distantes, tal vez tímidos. Se yergue y se recuesta del espaldar de la silla al hablar.Gira la cabeza y extiende los brazos, todo en ella es gesto.La ganadora del Premio Na cional de Cultura Mención Danza en 1998 tenía más de dos décadas sin bailar. Ahora, a los 84 años de edad, quien le dio un rostro a la corriente contemporánea del movimiento decidió volver a escena con Amor amargo , una pieza que suprime la palabra para hacer de un drama femenino puro cuerpo.--¿Cómo se prepara en este momento de su vida para ejercer esa libertad del cuerpo? --Yo nunca lo he dejado de trabajar. Tengo una rutina de ejercicios que hago todos los días, de lunes a domingo. Son movimientos que he ido ensamblando y me ayudan mucho a tener el cuerpo en su sitio durante el día, acondicionarlo para el resto de las actividades. Uno debe permanecer en contacto con su cuerpo. Muchas personas se olvidan de que es esencial, de que es la casa donde habitamos. Debemos tener una relación de armonía con él.--¿En qué consiste su rutina? --Me levanto temprano, como a las 5:15 am, para hacer mis ejercicios con tranquilidad. Después salgo a caminar, veo el día. Para mí eso es sumamente importante. ¿Que si escucho una música en particular? Todo depende. Pero lo fundamental para comenzar es estar en calma con uno mismo, eso te permite aceptar las situaciones difíciles que se te presentan a lo largo del día.--Tantos años meditando sobre el cuerpo, ¿qué ha encontrado? --Muchas cosas. Es lo que me hace vivir. Cuando he atrave sado por situaciones complicadas, he acudido a la danza como un medio para recuperarme corporal y espiritualmente.--¿Por qué escogió la danza como manera de vivir? --En realidad ella me escogió a mí. Yo era una persona muy introvertida de niña y el movimiento fue mi forma de expresarme, de decir. Luego, poco a poco fui tomando conciencia de que la danza era algo muy importante para mí y decidí que le dedicaría todo.--¿Qué quería decir? --Es algo tan cambiante, porque uno nunca es el mismo siempre. Por ejemplo, una de las primeras coreografías que hice fue una que no tenía desplazamiento, era como una búsqueda del espacio. Al comienzo, había un trasfondo filosófico; pero luego fue cambiando y se transformó en al go más abstracto. Me pregunto cómo sería danzarla ahora.-¿Cómo recuerda sus inicios? --Cuando comencé...

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