Mudbound, la desigualdad en un país con grandes cicatrices

Los conflictos raciales siguen presentes en la pantalla grande. Mudbound, de Netflix, nominada a cuatro premios Oscar, es una película de Dee Rees que sitúa al espectador en un ambiente tan tenso y oscuro como las relaciones entre sus personajes.El guion adaptado por Rees y Virgil Williams, muestra que al retorno de la Segunda Guerra Mundial son muchas las dificultades que deben enfrentar aquellos que llegan de nuevo a casa, donde nada cambió.Las torrenciales lluvias en Misisipi pueden dañar las cosechas, pero no logran arrasar el resentimiento entre sus habitantes. Blancos contra negros, familias rotas por malas decisiones y personalidades que no dan su brazo a torcer. La figura del narrador se intercambia constantemente. Esto permite comprender que cada personaje vive en un universo donde las prioridades nunca son las mismas. La familia Jackson ha trabajado duro para alcanzar metas que hubiesen sido impensables dos generaciones antes, aunque cada día las circunstancias los mantienen en la pobreza. A través de Ronsel Jason Mitchell, el público obtiene una lección: hay que luchar. A pesar de que se sienta como una ficha en un mundo que seguirá siendo el mismo sin importar lo que él pueda hacer para intentar cambiarlo.Esa sensación es compartida por casi todos los narradores. Laura Carey Mulligan, simplemente se dejó llevar por la marea de eventos que la rodearon una y otra vez. Con la esperanza de no ser invisible eternamente, Hap Rob Morgan logra dar un poco de aliento en un mundo de inequidad y demuestra que se puede ser orgulloso sin ser imprudente. Mientras que...

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