La muerte acechó a Roberto Redman

Una esquina de la avenida San Ignacio de Loyola, en Chacao, fue colmada de flores. Un grupo de personas rindió tributo ayer a Roberto Redman, manifestante opositor, en el sitio en que fue asesinado. No lo conocí, pero me duele que haya muerto así. Mi hija Rosa fue una de las tres personas alcanzadas por las balas. Esto pudo pasarle a cualquiera, contó María del Pino.Redman, de 31 años de edad, era piloto de aviones, hijo único, aficionado a las marchas. Vivía con su papá porque su mamá murió cuando era adolescente. Tenía personalidad introvertida; sus pasiones eran correr, ir al Ávila y la política.Fue combativo en las protestas por los homicidios de los hermanos Faddoul en 2006, relató su amigo Germán Novelli.Había tenido una jornada pesada horas antes de ser asesinado: Me pegaron una pedrada en la espalda, un cascazo por la nariz, tragué bomba...

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