El multifacético retorno de Norkys
Cuadrar esta entrevista resultó un poco complicado: el ritmo de grabaciones de la nueva telenovela de Venevisión en la que Batista participa no le deja tiempo libre. Luego ella misma explica que, cuando lo tiene, lo dedica a resolver asuntos domésticos imperativos. Y mientras los describe, resulta difícil imaginarse a la intérprete de Zahra (el personaje de prostituta veterana que aun puede verse en el horario estelar de Televen) deambulando en una casa llena de obreros. Lo que sí es fácil de suponer es que esos obreros son, de lejos, los más felices de toda Caracas.
Finalmente, el día de la entrevista llega. Una voz reconocible se escucha en las afueras del camerino: "Chama, ya voooooy". Minutos después, una despampanante pero al mismo tiempo discreta Norkys Batista sale a recibir a su interlocutor: blusa negra y leggins del mismo color se mueven según la cadencia de su dueña, que se desplaza con la seguridad de quien sabe que tiene todo en su lugar y en su justa medida. Televisión, publicidad, teatro, negocios y una
maternidad a toda prueba hacen de Norkys una mujer que da para todo. Ella lo sabe, y está dispuesta a demostrarlo.
De ida y vuelta. Quienes han seguido de cerca la trayectoria de Norkys saben que ella es uno de los rostros (y cuerpos) más populares del país. Después de participar en el máximo certamen nacional (llegó de finalista en el Miss Venezuela 1999) y de pasear sus medidas en otros concursos internacionales, la caraqueña se dedicó a hacerse una carrera como modelo y actriz que le dejó buenas cosechas: Desde su primera incursión en telenovelas, en el año 2001, hasta su debut en las tablas, pasando por su participación en campañas para diversos productos, Batista ha sabido ganarse un puesto en la escena local. Quizá por eso decidió, el año pasado, incursionar en el mercado extranjero, y con muy buenos resultados: Se fue a Colombia a interpretar a Zahra, una
experimentada prostituta y administradora del prostíbulo Las cuatro P, en la telenovela Flor salvaje, protagonizada por la también venezolana Mónica Spear, on notable éxito en Estados Unidos y en Venezuela. Pero el triunfo de Norkys implicó algunos sacrificios: "Venía a Venezuela sólo para funciones especiales de la obra de teatro, y los domingos para grabar comerciales, hacer campañas y ver a mi hijo Sebastián. A él lo dejé los dos primeros meses, luego me lo llevé en las vacaciones escolares y al final venía a verlo una vez a la semana y me iba los lunes en la...
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