El mundo sería diferente si la gente hiciera más el amor

--¿Por qué escogió un seudónimo? --Porque era demasiado comprometedor publicarlo con mi nombre. No podía poner mi trabajo y mi familia actual en riesgo. Trabajo en una multinacional con alta exposición comercial. Y mi cargo no permite que aparezca como una persona pública con una vida íntima que roza las aventuras sexuales más explícitas. Los medios se hubieran divertido. Pero defiendo que el sexo es una energía salvadora. El mundo sería diferente si la gente hiciera más el amor. --¿Por qué no dejar todas esas historias en la intimidad? ¿Para qué escribirlas? --Es obvio: para que no se pierdan. ¿No le ha pasado a usted que lo que no se escribe no queda en ninguna parte? Sólo sobrevivirán aquellas huellas escritas que explican y describen lo que hemos vivido. Para mal o para bien, es la única manera que tendrá una persona del año 3000 de enterarse sobre nuestra cultura y costumbres. Esa fue mi lógica. --¿La experiencia de escribirlo no fue aburrida? Vale la pena hacer el amor tantas veces como se pueda y disfrutar la persona que está con uno en esa intimidad, pero ¿recordarlo por escrito es un tedio? --Esa es su opinión y la res peto. No es la mía. Si pensara como usted, no habría escrito cerca de 270 páginas. Escribir fue para mí organizar una experiencia. También una operación singular sobre los laberintos de la memoria. Y un homenaje personal a mi vida privada, a lo que aprendí en la cama de las mujeres que disfrutaron mi compañía, así como yo de la de ellas. --Me han llamado la atención las minúsculas. Por qué escogió esta ruptura tan extraña en la escritura del castellano, eliminando las mayúsculas, que ayudan con las pausas y los tiempos de la lectura. --Buen punto. Quise, a lo me jor de una manera desacertada o acertada, llevar la lectura a mi campo de acción: algo así como delimitar mi ring. Lo que iba a escribir era tan particular que necesitaba además tener reglas de juego propias. Y encontré que las minúsculas me ayudaban a encontrar una voz. --El sexo puede ser muy aburrido cuando se lee. Tiende a ser repetitivo. ¿Usted ha leído otros libros donde se narran experiencias sexuales? ¿Lo han divertido? --Puedo entender lo que me dice. Pero no me atrevería a construir un ejemplo que pueda servir para todo lo que se ha escrito sobre el sexo. Me voy a ir a otro camino que sirve para explicarme. El último tango en París se vio como una película escandalosa en los años setenta. Cuando se estrenó en algunos países la prohibieron. La gente...

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