El mundo visto por Mario

De los dos soy un viejo amigo. Y a ambos los admiro. Al primero lo conocí cuando ya aparecía como un promisorio escritor. Al segundo, cuando era todavía un niño que interrumpía en Londres nuestras conversaciones manejando un carrito de pedales. Me refiero a Mario Vargas Llosa y a Álvaro, su hijo, quien, por cierto, acabó escribiendo conmigo y con Carlos Alberto Montaner tres libros sobre el idiota latinoamericano.Nunca me dejan de sorprender. Al llegar a Madrid en cuentro a Mario convertido en autor y actor de Los cuen tos de la peste, una pieza de teatro que todas las noches llena la sala de espectadores. Necesito nuevos desafíos para sentirme vivo, nos dijo alguna vez a mi mujer y a mí para explicar semejante aventura.Y ahora también me sorprende Álva ro, convertido en un célebre periodista internacional, con una entrevista que le hizo a su padre y que ha sido publicada en la revista Cambio16. Preguntas y respuestas no dejan nada en la sombra de lo que hoy ocurre en el mundo.A propósito de América Latina, Ma rio no es pesimista. Sí reconoce que hay en el continente democracias corruptas, pero de todos modos estas son para él preferibles a las dictaduras militares de otros tiempos. Cierto, los partidos tradicionales son víctimas de una gran crisis por culpa de la corrupción que invade a nuestro mundo político. El narcotráfico, adonde llega, genera violencia. Sostiene que falta un movimiento suficientemente fuerte como para decidirse a tomar el toro por los cuernos y empezar a legalizar las drogas.Sería el único remedio para impedir que sea el millonario botín de grupos criminales.¿Cómo ve a Cuba? Ya no es un peligro para nadie res ponde. Es un anacronismo total que está en bancarrota y que ahora trata de abrirse a formas limitadas de capitalismo para poder sobrevivir. Venezuela afronta tal catástrofe con la inflación, la caída brutal de los niveles de vida y una tremenda inseguridad, que Maduro se quedó sin vasallos. Correa, Evo Morales y el propio Daniel Ortega, para no seguir por la misma vía, se llevan bien con los empresarios...

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