El músculo que se baña de perfume rosa

El autor del libro en el que se basa Invictus, John Carlin, afirmó que pocas veces ha existido un caso de desproporción tan grande entre fama y calidad futbolística como el de David Beckham, pero que, al mismo tiempo, la contratación del inglés en 2003 había sido la mejor inversión de la historia del Real Madrid. ¿Cómo es posible tal contradicción? Según el escritor, el principal valor de Beckham no era su rendimiento deportivo, sino los derechos de imagen: el porcentaje que cobraba el club español por cada contrato publicitario que firmaba el esposo de una Spice Girl. No tan curiosamente, el gran responsable de que Beckham se fuera luego a jugar a Estados Unidos fue su manager y socio Simon Fuller, creador de American Idol. Deporte y farándula se ro zan a partir de la irrupción de la cultura popular de masas en el siglo XX, a pesar de que, en el código no escrito de conducta atlética tradicional, la inmodestia y la ostentación generalmente están muy mal vistas. Johnny Weismuller saltó de las piscinas olímpicas a las películas de Tarzán. Katharine Hepburn fue, primero que actriz, una patinadora sobre hielo de alta competencia. Muhammad Alí se erigió como ícono cultural global. La aparición del...

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