Un músico tiene que contar historias

Encantador, dulce, con una sonrisa que ilumina su rostro, conversador amable, Benjamin Taubkin crea sutiles atmosferas con o sin el piano. Cuando está en escena, con las manos sobre su instrumento, cautiva con su ejecución conmovedora, intensa, cercana. Taubkin tararea suavemente las canciones que toca, establece un diálogo con la audiencia. Él lo sabe y lo siente, hay algo que se produce entre el músico y el público, el pianista da y el público devuelve algo más que merecidos aplausos. Benjamin Taubkin no sólo es pianista y compositor, también es gestor cultural, miembro del Foro Europeo de Festivales de Música del Mundo, vice presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Industria de la Música Iberoamericana, curador del Mercado Cultural de Salvador de Bahía, uno de los más importantes encuentros de música de la región, y dirige el Núcleo Contemporáneo, ubicado en São Paulo, organización que impulsa producciones discográficas y promueve conciertos, talleres e investigaciones sobre música popular brasilera y latinoamericana. Su cercanía con la músi ca viene de su casa, aunque la decisión de convertirse en músico la tomó tarde. Consagrarse a un oficio es una decisión de vida, y para un músico escoger el instrumento es parte de esa disposición vital. ¿Por qué el piano? El piano estaba en mi casa, mi madre lo tocaba, cantaba acompañada por el piano, y lo tocaba muy bien, nada tan técnicamente difícil pero tenía un sonido muy hermoso y tenía mucho corazón cuando tocaba. Eso me encantó desde niño. Cuando yo tenía 3 años mi madre se sentaba al piano y me contaba historias tocando el instrumento, yo me quedaba como viajando... Pero, curiosamente, no quise tocar piano hasta que empecé un poco a los 13 o 14 años, pero de verdad me vi como alguien que quiere tocar piano en la vida a los 18 años. Hay muchas maneras de describir al piano, de mirarlo. Primero, es un territorio con muchas posibilidades, como cuando uno mira a un país donde uno va a viajar y ve que allí tiene muchas posibilidades, eso es para mí un poco el piano. Después, un pianista tiene algo muy distinto de los otros músicos: tú no escoges el instrumento que vas a tocar, llegué acá y tenía un instrumento; si tocas guitarra es la tuya, si tocas flauta la traes, incluso el baterista carga con su caja, sus platos, sus baquetas; yo no, entonces cada vez que llego ante un piano es como una conversa con alguien, tenemos que entendernos y tú percibes que el piano tiene su...

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