Nabokov y su Lolita

El tema de Lolita es el amor de un hobre de cuarenta años por una nínfula de doce años o, más exactamente, el de una pasión voluptuosa que se transforma en amor. Algunos críticos estadounidenses estiman que Nabokov tiene la necesidad de ser justificado, y han brindado el siguiente juicio: dado que el adulterio, vale decir la traición en el matrimonio, ha pasado de moda, como tantas otras temáticas literarias, y no conmueve ni nuestros sentimientos ni nuestra imaginación, está permitido a partir de entonces buscar otras situaciones dramáticas. En efecto, los temas decaen, la vida misma los cercena y el adulterio, aunque aún sea comprensible, es parte de ella. Así, puede citarse como ejemplo de una circunstancia que nos es cada vez más extraña aquella del Decamerón: damas y caballeros que, después de abandonar una Florencia asolada por la peste, se ponen a contar historias entretenidas. ¡Cuánto más interesante habría sido que hubieran permanecido en Florencia y nos hubieran narrado la peste! Caído en desgracia el adulterio, el escritor se pone entonces a buscar otras situaciones. Y los críticos intentan explicar el tema de Lolita remitiéndolo a esta busca de tema...

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