La naturaleza se impone en Yosemite

Estados Unidos tiene una inmensa cantidad de espacios naturales protegidos que resulta fascinante conocer. No sólo son un espectáculo natural, sino también da gusto ver de cerca la eficiencia americana aplicada a la conservación y el ecoturismo. Yosemite es uno de los más emblemáticos. Con más de 3.000 kilómetros cuadrados de bosques, ríos, grandes paredes de piedra y fauna salvaje se ha convertido en icono de conservación sustentable. Recibe a más de 3,7 millones de visitantes al año y aún así se mantiene prístino gracias a una política de educación, información y penalización estricta. Tiene vías pavimentadas, un shuttle que traslada a los turistas sin costo alguno por todo el valle, hoteles cómodos, pequeñas cabañas y zonas de camping. Es un paraíso de la escalada de grandes paredes, pero lo que más hacen quienes visitan Yosemite es caminar por los cientos de senderos perfectamente señalizados, con diversos niveles de dificultad, y la certeza de muchísimo verde en el camino. Estuve allí hace poco en plena primavera, cuando el deshielo nutre de agua las cascadas y colorea de verde absolutamente todo y el clima se pone divino para caminar. Durante una semana me dediqué a hacer trekking a las cascadas aprovechando su esplendor, y practiqué rafting un día para gozarme aún más de cerca el derroche de agua. Aquí les explico mi itinerario, absolutamente verde, para ver si se entusiasman. Día 1. Chilnualna Falls Estas cascadas están en la parte sur del parque. No son tan populares, así que es rico si no tiene ganas de ver mucha gente. El recorrido es de aproximadamente 13 kilómetros ida y vuelta que se hacen en 5 o 6 horas de caminata sin demasiado esfuerzo. La maravilla del paseo es que se ven cinco cascadas distintas en el camino. La primera es apenas comenzando, perfecta si no tiene tiempo y quiere hace un picnic. Debe llevar agua y comida, cerca de donde se deja el carro hay abastos por si se le olvida algo. La excursión termina en una laja de piedra sobre el tope de una cascada, con una vista casi aérea del bosque, y un salto de agua precioso al otro lado. Al regreso nos encontramos con una venadita que parecía querer guiarnos la vuelta, fue un encuentro conmovedor. Día 2. Rafting Merced River Nada se compara con la locura de lanzarse río abajo en una balsa de goma por aguas turbulentas. Personalmente, adoro la sensación y es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR