Nicaragua, ¿destino para viajeros adinerados?

Un martes reciente, tres de los agentes de viaje más importantes de Estados Unidos paseaban al borde de un acantilado con vista al Océano Pacífico, desde donde podían admirar impecables playas y un grupo de monos aulladores en un árbol cercano. Sus guías eran ejecutivos de Mukul, un resort de lujo de US$ 40 millones con 37 habitaciones que aún no había abierto del todo. El tour fue apenas el comienzo de un viaje de tres noches con todos los gastos pagados organizado por el hotel para convencer a los agentes de viaje de que promovieran la propiedad con sus clientes acaudalados. Con servicio de mayordomos 24 horas al día, un exquisito spa y un campo de golf creado por el famoso diseñador escocés David McLay Kidd, parecería ser una venta fácil. Pero hay un problema. El hotel está en Nicaragua, el segundo país más pobre en el hemisferio, un país con una historia plagada por la guerra y donde ninguno de los agentes había estado antes, mucho menos enviado a ningún cliente. Estaba pensando en Ortega, sandinistas, dijo Rina Anoussi, presidenta de Travel Business en Nueva York, cuyos clientes incluyen estrellas del mundo del arte y la farándula. A qué tipo de gente le puedo vender esto: ¿personas con relaciones amorosas ilícitas? Nadie los vería. ¿Qué transforma a un lugar de una paria del turismo a un destino popular para los viajeros adinerados? Primero, se necesita un lugar para que se hospede la gente que busca opulencia. La semana pasada, uno de los hombres más ricos de Nicaragua, Carlos Pellas, abrió Mukul, el pri mer hotel de lujo del país. Nicaragua, con su encantadora ciudad colonial de Granada, volcanes activos y olas fiables del Pacífico, ya es popular entre los mochileros y los surfistas. Y es un nuevo sitio predilecto entre los escritores de viaje. Pero Mukul cortejará a los clientes de Four Seasons y RitzCarlton, con tarifas que empiezan en US$ 500 la noche. Cada habitación se encuentra dentro de su propia casita privada con terraza o patio y piscina; muchas también cuentan con hamacas para la siesta. Los aposentos se extienden a lo largo de una ladera que da a una amplia playa que a veces alberga tortugas marítimas que están depositando huevos. Los huéspedes también tienen acceso a otras dos playas aledañas. Mukul, a dos horas y media en auto --o 20 minutos en helicóptero-del aeropuerto internacional de Managua, forma parte de un proyecto de 4.046 metros cuadrados, conocido como Guacalito de la Isla, que en un futuro incluirá también...

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