Como para no creerlo

En muy breve tiempo han aterrizado en Cuba grandes emblemas del orbe globalizado, tan grandes que han generado sonoros titulares en el planeta entero. El papa que vive en Roma, el presidente del Imperio, la banda musical más notoria y aguerrida del rock, la filmación de la octava repetición de Rápidos y furiosos pieza ilustrativa de la última decadencia de Ho llywood, los traseros de las Kardashian y un exquisito y multimillonario desfile de moda francesa con inspiración cubana, incluida boina del Che a la parisina y toques verde oliva.He dejado este último para el final del asombroso menú porque me parece el más curioso y el más perverso, fetichista más precisamente. Haber escogido La Habana, una bella ciudad en ruinas y llena de automóviles de hace más de medio siglo no es un azar. Lo que un ojo menos sofisticado que los de Chanel consideraría pobreza y demolición, monumento a un inmenso fracaso histórico, es para estos un fascinante vintage. El mundo de la alta moda es, en su exclusividad y sus ritos rigurosos, una aristocracia que sobrevive en la sociedad de masas. Por eso hay un vínculo con esos habitantes de otro mundo desfasado. Nada más romántico que una ruina o el fracaso. Un naufragio de Turner. El Chevrolet del 52, la ciudad devastada por el salitre y la dialéctica. Claro, también el Caribe, la música, los barbudos, Hemingway y las prostitutas de antaño y de ahora. Nostalgia y sabor local por doquier. Pero lo que sostiene la posibilidad de esa lectura y el resto de la invasión a la isla exótica es que se ha perdido ya todo contenido revolucionario, por tanto, los papas no pecan ni los rockeros pierden su frenética y entrópica furia, ni Obama reverencia a Lenin en sus andanzas. Cuba es un vacío, un pasado, un cero a la izquierda y a la derecha, una esfinge. El último bagazo de una historia muy real. Una dictadura, seguro, pero es otro tema.Un paréntesis para señalar otro hecho singular en Chi na, singular a pesar de que ya estamos acostumbrados a sus millones de millonarios y sus rascacielos del futuro. El presidente de la compañía Disney fue recibido por el presidente chino con los honores reservados a los jefes de Estado bueno, al...

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