No hay que ser gigante para ser contundente

Hay un cliché en el mundo del arte: mientras más grande es la obra, más importante es el artista. El curador Miguel Miguel se propuso acabar con esta idea en la exposición Pe queña escala, que reúne más de 80 piezas elaboradas por 25 creadores de diferentes generaciones, tendencias y medios de expresión, cuyo denominador común es que todas miden en promedio 30 x 30 centímetros. El conjunto está integrado por dibujos, pinturas, fotografías, videos, esculturas y collages. El principal reto para el curador fue crear una lectura coherente entre los trabajos, desplegados en una galería de 2 ambientes que suman aproximadamente 150 metros cuadrados. No deja de causar una fuerte impresión ver tantas obras reunidas en un espacio reducido, pero lo más importante es que cada una tiene su espacio para respirar. Al artista se le pide que cree en gran formato; es una supuesta referencia de la importancia y de la singularidad de su trabajo. Esa exposición demuestra todo lo contrario: las obras realizadas en pequeño formato pueden ser realmente contundentes, dice Miguel Miguel. El relato construido por el curador no lo dictaminan los temas de las obras sino las relaciones cromáticas entre una pieza y otra. En la primera sala están las propuestas más coloridas: las obras bidimensionales de Marylee Coll y Paulo Castro, que no sólo tienen en común las monocromías en tonos neón sino también el uso de textiles como elemento pictórico. En el medio están las esculturas lúdicas de Salvador Guida, cuyas transparencias son una especie de bisagra para pasar al blanco y negro presente en los drippings bicolores de Sigfredo Chacón y el artis ta cinético Rodrigo Machado Iturbe. Más adelante están las pinturas, también en...

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