No todos los militares fueron déspotas

Venezuela no se ha perdido, ni se perderá nunca, porque un ciudadano se burle del presidente... se perderá cuando el presidente se burle de los venezolanos, garantizó el general Carlos Soublette 1789-1870 a los adulantes que le pedían prohibir las presentaciones de un grupo de cómicos que bromeaban sobre su gobierno, pacifista y conciliador a pesar de estar encabezado por uno de uno de los hombres que más peleó en la Guerra de Independen cia con Miranda, Rivas, Bolívar, Piar y Páez, entre otros. Resulta que un catalán llamado Francisco Robreño, propietario y primer actor de una compañía de teatro que se presentaba en el Coliseo actuaba, cantaba y bailaba, y llegó a montar una academia de baile cerca de la esquina de Colón, se permitió escribir una obrita llamada Excelentísimo se ñor, en la que se hacían burlas de Soublette, entonces presidente interino 1837-1839, tras la renuncia de Vargas luego sería elegido para el período 1843-1847. Contaba José Antonio Calcaño, en su libro La ciudad y su música 1958, que el mandatario mandó a llamar a Robreño a su despacho, al que debía acudir con el manuscrito de su comedia, para que lo leyera en su presencia, lo cual hizo el cómico todo tembloroso y muerto de miedo, con el resultado de que, al final de la lectura, Soublette hizo el siguiente comentario...

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