Uno como creador no puede trabajar en función del público

Pedro Guerra ha sido uno de los grandes defensores de la canción; un creador de letras honestas y melodías estilizadas que han viajado en su voz y en la de otros notables intérpretes y cantautores. Venezuela lo recibió por pri mera vez en 1989, cuando llegó como parte de la agrupación Taller Canario de Canción. La segunda visita se produjo en 1997, mientras promocionaba su álbum Tan cerca de mí, que contiene el hit Debajo del puente. Pero nunca ha dado un concierto en el país. El sábado tocará temas de su trabajo más reciente, titulado El mono espabilado, en el Cen tro Cultural BOD-Corp Banca, donde aprovechará para mostrar piezas nuevas y antiguas, como para ponerse al día. --El año próximo se cum plirán 30 años desde que comenzó su carrera. ¿Qué lo movía como artista en ese entonces? --La primera guitarra esta ba en casa porque a mi padre le gustaba. Era aficionado a la música y cantaba temas la tinoamericanos; algunos de compositores venezolanos. Había un ambiente musical y ahí empezó mi inquietud, con 13 años de edad, por aprender acordes y hacer canciones. A los 16 fue cuando empecé a cantarlas. --Cuando escribe temas co mo Contamíname, ¿sospecha que el público los recibirá con entusiasmo o simplemen te no se detiene a pensar en eso? --Es muy difícil saber qué es lo que le va a gustar a la gente y, aparte, uno como creador no puede trabajar en función del público. Siempre he intentado hacer las canciones que a mí me gustan, que a mí me nacen y las que yo quiero. Luego es una lotería. A veces el público se identifica y a veces no. Creo que uno debe pensar en uno mismo a la hora de escribirlas. --¿Qué sensación le han producido los...

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