Los objetivos no fueron logrados

No atendamos al hecho de que un gobernante que celebra 12 años en el poder está festejando la evidencia continuista. Suspendamos la obligada recordación de que, en esa eternidad, la represión ha venido en ascenso: en Venezuela, casi 2.500 personas están sometidas a procesos por protestar. El punto es que Chávez fracasó. Los 12 años de su hegemonía no sólo no han traído reales beneficios para el país, sino que lo han deteriorado en muchos aspectos y francamente devastado en tantos otros. Chávez fracasó el 4 de febre ro de 1992. Y desde entonces no ha dejado de fracasar, aun cuando haya tenido triunfos electorales, en cuyos ribetes ventajistas y tramposos como el barajeo de circuitos tampoco nos vamos a parar. Lo que sí resaltaremos es que esos tantos electorales que se anotó revelaban unas expectativas que el inepto no hizo sino traicionar una y otra vez. Lo dicho: es un fracasado. Es su naturaleza, su sino, su condena. En 12 años de mandato auto ritario, con dominio de todos los poderes e instituciones, el país cabecea en un pantano de atraso, corrupción e impunidad. No tracemos comparaciones con el país que encontraron Chávez y sus cómplices cuando irrumpieron en Miraflores, según observó Juan Barreto, como una patota. A la vista están la destrucción que traían en las botas, y la voracidad en las faltriqueras. Pensemos en lo que Venezuela podría ser si no hubiera tenido por 12 años la tenaza chavista impidiendo su crecimiento y desarrollo. Basta echar un vistazo a lo que han logrado nuestros vecinos del continente, en su mayoría dotados con menos recursos. Hoy Venezuela tiene más de lo malo y menos de lo bueno, que cualquiera de los países latinoamericanos. Tenemos más inflación, desempleo, embarazo adolescente, homicidios por cada 100.000 habitantes, deserción escolar. Mayor desmantelamiento de la infraestructura civil, vial y cultural. Más secuestros express, presencia inédita de grupos irregulares en el territorio, dispendio como nunca de los recursos del país entre el pillerío foráneo. Presencia humillante Ây sin precedentes, como no fuera durante el yugo español de extranjeros en instancias de decisión, incluida la militar. Más desabastecimiento, depauperación de la agricultura y la...

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