Cream Lencería ofrece prendas innovadoras para mamás y bebés

Mary Luz Bueno no sabe cuándo le nació el amor por el diseño y la costura. De lo que sí está segura es de que es una actividad que la apasiona y de la que quiere seguir viviendo.Bueno es una mujer joven, graduada en Ingeniería Geológica, que decidió abandonar el trabajo que tenía cazando sismos para emprender un negocio propio que le permite elaborar y comercializar piezas de lencería para bebés.Los recuerdos más remotos que tiene de una máquina de coser son de cuando veía a su abuela agarrarle eventualmente el ruedo a un pantalón.A los 15 años de edad sorprendió a su familia cuando les dijo que quería coser. Pidió que le compraran una máquina y comenzó a hacer cortinas para la casa.A sus conocidos les gustó lo que hacía y siguió cosiendo, pero cuando comenzó la universidad tuvo que parar. El trabajo que consiguió luego también la mantuvo separada de la costura. Hasta que quedó embarazada y empezó a confeccionar las prendas que usaría para el cuarto del bebé.Subía fotos de las cosas que hacía a las redes sociales y a mis amigas que también esta ban embarazadas le gustaron y me pedían que las hiciera para sus bebés.Cuando se acercaba la fe cha de dar a luz se percató de que la demanda de sus prendas había crecido mucho y vio una oportunidad de hacer negocio. Eso, aunado con el he cho de que su bebé nació con problemas de salud, la llevó a renunciar a su trabajo para poder tener más libertad con el horario.En 2010, con los 150.000 bo lívares que le pagaron de prestaciones sociales se fue a una tienda y compró 3 máquinas de coser industriales, 3 bordadoras, un mesón y más de 400 rollos de tela. Todo estaba listo...

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