Oídos sordos

La respuesta presidencial a la manifestación ciudadana del 8 de noviembre fue la negación del multitudinario acontecimiento, la ratificación del rumbo emprendido y la profundización del llamado modelo. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se ha provisto de una coraza construida sobre planteamientos pretendidamente ideológicos y de contornos épicos. Éste parece ser el único espacio de sostenimiento del mundo kirchnerista. Para ello se descalifica a todos los manifestantes del 8-N. La reacción presidencial no sólo aumenta el riesgo de un deslizamiento hacia un mayor autoritarismo, sino que además le impide percibir una realidad económica y social cada vez más deteriorada, relacionada con sus propias políticas. Hay inflación y estancamiento, pero ambas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR