Ojalá

¿Sobre qué se puede escribir la primera semana de enero? Es un desafío hostil. La resaca del mes de di ciembre parece invencible, se estira sobre estos días como si fuera un gato blando, perezoso. De repente pienso que, en realidad, ahora nadie tampoco está demasiado interesado en el nuevo año. Casi todo el mundo mira hacia otro lado, como si ese gesto diminuto pudiera ser una forma de resistencia. A ver si pasa de largo. Quizás no nos mire. Tal vez arranca solito, sin reparar en nosotros. Todo hay que decirlo: tam poco este año luce como una fiesta. Va a ser un año trepidante. Se nos viene encima una campaña electoral que va a definir al país, por lo menos, hasta octubre. Agárrate. 2012 será una sobredosis de promesas y de amenazas. Otra vez veremos brillar la ilusión, nos ofrecerán de nuevo una utopía líquida, un país hecho de puro petróleo, donde todos somos millonarios, donde el Estado está obligado a resolverle a cada ciudadano sus necesidades más básicas, incluido, por supuesto, el aparato de aire acondicionado. Lo que más va a producir Venezuela en este año son esperanzas. Nuevamente. Porque tenemos billete para regalar. Porque el gas se nos sale por las orejas. Porque aquí hay de todo pero ese todo está mal repartido. Así de simple es la economía. De aquí a octubre, volveremos a oír sobre la etapa de bronce, la etapa de plata, la etapa de oro; la gran potencia mundial que seremos en 2030. Esa es la revolución que, al parecer, todos queremos oír. También la fantasía se mide en barriles. Pero tendremos, además, la contraparte. Porque el oficialismo acostumbra a mezclar el amor y la violencia, la esperanza y el miedo. ¡Cuidado! ¡Tampoco creas que todo es melcocha y que papi es un arruchadito! Amor con amor se paga pero vota por mí porque te estoy vigilando. Vota por mí o lo perderás todo. Veremos, entonces, los nuevos capítulos de las series viejas: la invasión del imperio en 3-D, el magnicidio en su onceava versión, el golpe, el saboteo, la guerra asimétrica remasterizada, la conspiración mediática ahora con subtítulos... No deja de llamar la atención la satanización constante que todo el oficialismo despliega en contra de sus adversarios. Parecen dedicados, casi exclusivamente, a descalificar a la oposición. Recuerda un poco lo que hizo el poder, en 1998, en contra del entonces candidato Hugo Chávez Frías ¿Valdrá la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR