Ojos en reentrenamiento

“Todo el mundo quiere leer chiquitico”. Así resume

Ligia Delgado, especialista en baja visión, la necesidad innata de aprovechar al máximo la función visual, sobre todo cuando hay alguna enfermedad que empieza a afectar notablemente esta capacidad. “Ahí donde los tratamientos oftalmológicos habituales alcanzaron su límite, existe un complemento más, que es la rehabilitación visual”, señala. Es una terapia

dirigida a personas de baja visión, diseñada para explotar al máximo el potencial de su visión residual.

“La baja visión se define como la incapacidad de reconocer caras y objetos a cualquier distancia, así como la dificultad para leer y escribir adecuadamente.

Estamos hablando de personas que de lejos no pueden diferenciar un perro de un gato”, ilustra Delgado.

Distorsión, visión borrosa, fotofobia y poco contraste son algunas de las alteraciones que refieren quienes la padecen como parte de un déficit que puede derivar de varios cuadros. Enfermedades congénitas, traumatismos, problemas de origen genético y trastornos degenerativos o seniles son algunas de las bases más comunes. Entre las causas

más frecuentes de baja visión en Venezuela, la

experta menciona el glaucoma, la degeneración

macular y la retinopatía diabética.

La terapia. El Programa de Rehabilitación Visual

de Baja Visión es un método diseñado por Delgado.

Lo presentó en los años noventa ante expertos

del Hospital de Rochester de Nueva York y contó

con el visto bueno de la Sociedad de Baja Visión

de EE UU. Su sistema se centra principalmente

en recuperar la fluidez visual para la lectura y comenzó a aplicarlo en Venezuela en 1995. “Lo he

venido mejorando con los años, y los resultados

que antes podíamos lograr de 5 a 36 sesiones, ahora los obtenemos en una o dos”, explica.

Luego de una evaluación completa por su respectivo

oftalmólogo, el individuo es sometido a una segunda revisión. “Tomamos en cuenta qué edad tiene, cuál es su ocupación, qué tratamientos ha recibido, cuáles son las limitaciones que manifiesta, qué ayudas ópticas usa y qué tanto ve o no ve con y sin lentes. Se mide el déficit que tiene y determinamos qué tanto puede ver con dioptrías prismáticas, que son las que tendría el lente que le vamos a indicar. La diferencia es que usamos cristales con fórmulas especiales, que no son las que se consiguen en cualquier óptica”.

Parte de la terapia consiste en una estimulación

de los cuatro cuadrantes visuales, con énfasis en la zona central del fondo del ojo o en el...

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