ONU no se traga mentiras de la guerra económica

Los venezolanos lleva-mos años soportando los cuentos con los que Chávez, y ahora Maduro, han culpado al imperio, al capitalismo salvaje, a la burguesía parasitaria y a la oposición fascista, de los graves problemas económicos y sociales originados en la corrupción, el despilfarro y la ineptitud de sus gobiernos.El millardito solicitado por Chávez al BCV se convirtió en miles de millardos dilapidados en la regaladora a todo cuanto país visitaba y del que su irrefrenable vanidad recibía costosos aplausos; o en armas para una guerra imaginaria que, según los entendidos, resultaron chatarra de vieja generación; en misiones que no fueron para sacar al pueblo de la pobreza, sino para obtener sus votos en elecciones; y, sobre todo, en el nacimiento de una legión de nuevos ricos, los boliburgueses, con fortunas que se descubren en cuentas en Andorra, Suiza y otros paraísos fi scales. Aunque el ingreso sobrepasó con creces el billón de dólares, el régimen fue vaciando las arcas nacionales con un gasto y corrupción sin control, generando así un escandaloso endeudamiento externo que acabó con las divisas que hoy se necesitan para importar alimentos y medicinas. Por años escuchamos las mentiras de que Venezuela cumplía con las metas del milenio en salud, educación, alimentación, etc, y que los programas sociales recibían recursos enormes. Para que ese engaño resultase creíble, el régimen fue falseando las estadísticas del INE y hasta del BCV, que no publica las cifras de infl ación, escasez, y otras, desde enero de este año.Con siete años de retraso en la presentación de cuentas sobre el cumplimiento de las obligaciones del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, los representantes del Estado venezolano acudieron esta semana a la sede de Naciones Unidas en Ginebra para rendir cuentas tan largamente demoradas.La Organización Internacional del Trabajo expuso las muchas denuncias de los sindicatos sobre la violación de sus derechos laborales y la persecución de que son víctimas los representantes de los trabajadores, además de la negativa ofi cial a discutir los contratos colectivos.La OIT rechazó que el gobierno de Venezuela se escude en la guerra económica para irrespetar la libertad de asociación de empresarios y sindicatos, al encarcelar a gerentes de empresas y sindicalistas acusándolos de acaparadores y desestabilizadores: ese argumento no es cierto ante la visión internacional, dijo el experto relator Rafael Echeverría. El...

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