Origen y explosión de una rivalidad

Todas las grandes rivalidades tienen fechas clave. En la enemistad entre Caracas y Deportivo Táchira, la más grande del fútbol venezolano, ese día es el 17 de diciembre de 2000.La quema del autobús, co mo es recordado el episodio, no es el origen de esta relación antagónica, pero sí el incidente que pasó a definirla luego.Cuando se juega esa final ya la rivalidad existía, los jugadores la sentían en el campo, pero ese hecho fue la explosión. Creo que desde entonces la rivalidad pasó del campo a las tribunas, explica Carlos Horacio Moreno, un entrenador que celebró títulos con ambos conjuntos y que dirigía al Caracas en esa particular fecha.El incidente se produjo al ter minar el partido de vuelta de la final de la Copa República Bolivariana de Venezuela, un torneo que sirvió para reorganizar el campeonato venezolano de primera división y que fue el único que se jugó ese semestre.La rivalidad entre rojos y auri negros ya existía por tres motivos, cada uno muy vinculado al otro: Caracas llenó el vacío que dejó Marítimo, se convirtió en un equipo tan poderoso o más que el Táchira en medio de ese auge y además llenaba todos los requisitos para representar a la capital en su antagonismo con la provincia.Sin embargo, después de ese capítulo, la animosidad creció en cada choque posterior.Y Moreno, uno de sus protagonistas principales, además de testigo y partícipe de la historia ilustre de ambos conjuntos, lo describe ahora en detalle.Un día de furia. La final de 2000 tuvo dos caras, una en la ida en el estadio Giuseppe Antonelli de Maracay, y otra en la vuelta, en el Pueblo Nuevo de San Cristóbal.En Maracay no hubo ningún problema, porque los tachirenses no iban a ir en gran número hasta allá y Caracas tampoco es que tenía tanta gente, no había tantas barras como hoy, recordó Moreno sobre ese pacífico triunfo 2-1 como local, aunque lo disputaran fuera de casa, por no tener estadios aptos en la capital desde mediados de ese año.No obstante, en Pueblo Nue vo todo cambió en el minuto final. Caracas perdía 2-1, pero una gran jugada hilvanada por Alexander Rondón y Stalin Rivas terminó en un gol del zurdo que le dio a los rojos el empate 2-2 y el título en el minuto 90, lo que provocó luego una reacción en cadena que nadie previó.Ya había terminado el parti do. Juan García se arrodilló para dar gracias, que era su costumbre, pero al pasar por la grada central se lanzaron los fanáticos y uno fue a buscarlo. Ahí fue cuando se metió Rondón y todo se...

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