El Oscar carcelario adora a Venezuela

A Diego Velasco, los guardias del Centro Penitenciario de Huelva le dieron la buena noticia. Ellos acompañan a los presos cuando quieren ir al baño durante las funciones en la cárcel y un termómetro de que una película no les gusta, me dijeron, es cuando salen muchas veces. Pero en la exhibición de La hora cero, ni uno de los aproximadamente 150 reclusos se levantó, contó el director de la película venezolana más taquillera de 2010. También la ganadora del premio de cine más distinto al Oscar: la Llave de la Libertad. Por segundo año consecuti vo, el pasado noviembre, los privados de libertad de la prisión provincial andaluza eligieron a un filme de Venezuela como el mejor del Festival del Cine Iberoamericano de Huelva en 2010 triunfó Hermano, que entonces también fue distinguido con el Colón de Oro. Los reos tienen la oportunidad de ver todas las películas en competencia y emiten su veredicto como jurado. Entre los que cumplen pena está un venezolano, Jorge Real, crítico cinematográfico de la emisora radial del presidio y autor de la novela Los vuelos del silencio, que adquirió notoriedad cuando el presidente Hugo Chávez la tomó del estante de una librería durante una gira oficial en Madrid. Le decíamos el tío Jorge por que lo ves en la cárcel con su pelo blanco y su suetercito azul, como un señor muy pausado y buena gente, dijo Velasco desde Los Ángeles, don de prepara su próxima película una adaptación de la leyenda del Silbón, así como un proyecto en Estados Unidos del que prefiere no revelar todavía detalles. Se me erizaron los vellos cuando me enteré de que estaba preso por secuestrar y matar a una pareja de británicos de la tercera edad, agregó. Pura casualidad. Eduardo Trías...

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