La beatificación de Juan Pablo II mueve a venezolanos a la plaza San Pedro

La fotografía del beato Juan Pablo II es modesta. No alcanza 30 centímetros de altura, carece de adornos y frases alusivas a la obra del nuevo santo del catolicismo. Silvia Rodríguez, quien lle va consigo la imagen, asegura que Juan Pablo II no requiere de grandes estampas para transmitir su mensaje. Su palabra sigue vigente. Él fue un santo entre nosotros. Y, ahora, nos toca poner en práctica sus enseñanzas y agradecérselas, asevera. Rodríguez, restauradora en Arte Sacro, viajará desde Caracas hasta la Santa Sede, al oeste de Roma, para presenciar el primero de mayo la beatificación de Juan Pablo II. Ella nunca logró conversar con el Papa en sus dos visitas a Venezuela, en 1986 y 1996. Señala, sin embargo, que su fe en la reconciliación con los valores católicos fue el impulso para asistir a la beatificación: Yo voy a darle gracias por el mensaje legado a la humanidad. También para pedirle por la paz, especialmente de mi país. Quizás la ceremonia ha mo vido a más gente a viajar a la Santa Sede en relación con actos celebrados otros años. El Vaticano calcula que más de 2 millones de devotos en su mayoría de Polonia, país de origen de Juan Pablo II asistirán a la santificación en la plaza San Pedro de Roma. El día que se anunció, 14 de enero, estaba en plena caminata de la Divina Pastora en Barquisimeto y corrí a comprar pasaje. Ya Roma estaba a reventar, afirma Rodríguez, quien ha asistido a otras beatificaciones. Los fieles que visitarán el Va ticano proceden de distintos países. En la agencia de viajes The Meeting Planners, que organizó la ruta Mariana en Venezuela, lograron vender más de 65 paquetes en, aproximadamente, una semana. Se puede considerar que es una cantidad grande en relación con otras beatificaciones. Un porcentaje del dinero se destinará a obras sociales, explican empleados. Sin embargo, va rios venezolanos irán a Roma de forma independiente. Hilarión Cardozo, de 80 años de edad, acudirá con su familia por agradecimiento. Desde que supimos que lo beatificarían compramos pasajes, pues luego sería complicado. Buscamos alojamiento y aún nos organizamos, explica. Sostiene que Juan Pablo II habría intercedido a finales de 2008 para curarlo. Hace tres años me diagnosticaron cáncer en el hígado, era un carcinoma de tercer grado. Sólo me daban tres meses de supervivencia. Mi médico me decía: `Para esto no hay cura, aunque intentaremos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR