El paciente Lipso Nava

E l fracaso de Mako Olivera no fue un golpe devastador para las Águilas del Zulia de la temporada 2011-2012. Luego de que el manager fuera despedido, la gerencia de aquel entonces le dio la oportunidad a Lipso Nava, quien daba sus primeros pasos como coach. El riesgo fue un éxito. Los rapaces clasificaron al round robin con récord de 32-30 y la confianza del equipo se posó sobre el ex infielder.Aunque es un trabajo loable, todavía la historia no cruzaba la frontera de lo inusual hasta que los aguiluchos le hicieron una propuesta al neófito piloto: ¿Crees que puedas encargarte del equipo para la campaña 2012-2013?. Resultaba una oferta seductora, pero Nava la declinó por una razón: necesitaba estudiar más la faceta de técnico.Cuando eso ocurrió, en aque lla instancia, sentí que tenía que aprender más, dijo el estratega a El Nacional, a través de la agencia Cárdenas Sports Media. Quería pulir mis herramientas, tanto dentro del terreno, con los movimientos de jugadas y peloteros, como fuera, en todo lo que respecta a manejar el material humano.Cuatro años después, Nava se desarrolló de tal manera que, seguramente, Charles Darwin se hubiese sentido tentado a escribir dicha evolución. En todo ese tiempo, el marabino se dedicó a ser coach en ligas menores, con los Gigantes de San Francisco.Sentí que este era el año, admitió. Ya cuatro años de labor en las menores te dan cierto piso de seguridad y eso fue lo que me inclinó a tomar este reto.Y vaya que no defraudó. Los rapaces...

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