Un padre soltero que tiene por hobby matar gente

Fue sólo durante la primera temporada de Dexter que Showtime se basó en la novela El oscuro pasajero de Jeff Lindsay. Ese primer Dexter Morgan, a pesar de su condición de justiciero y del humor negrísimo que lo diferencia de cualquier asesino serial que se haya creado, no resulta tan extraordinario. Era un psicópata con todos sus síntomas, que confesaba no amar ni odiar, que experimentaba sólo esas formas de placer que se pagan con prisión. Rita Bennet -interpretada por Julie Benz- y sus hijos Astor y Cody se convirtieron en un acercamiento del criminal hacia la humanidad y los sentimientos no culposos. Ese mundo también está representado por su hermanastra Debra, encarnada por Jennifer Carpenter, quien curiosamente es esposa del actor principal, Michael C. Hall. Las temporadas siguientes han mostrado las grietas en la fría coraza del sujeto que en los días es el acucioso analista de sangre de la Policía de Miami y en las noches es un cazador de escorias humanas. Primero consideró la posibilidad de tener una amistad que conociera su inconfesable fascinación. Luego se casó y abandonó la guarida donde almacenaba sus "trofeos", que en realidad son laminillas con muestras de sangre de sus víctimas. También en la cuarta entrega, en la que nació su primogénito, Harrison, se aproximó a un sanguinario colega para aprender de él. El desliz generó una consecuencia irreversible: en los últimos segundos del final, que dejó en shock a fans y críticos, Dexter encontró a Rita sumergida en su propia sangre, en la bañera, y a su hijo llorando sentado sobre un charco rojo, tal como le ocurrió a él cuando era niño y presenció el asesinato de su madre. Si bien se deshizo del Trinity Killer, interpretado por John Lithgow, no lo logró a tiempo. "A medida que nos acercábamos al final de la temporada sabía que íbamos a terminar en ese baño con Rita muerta y con sangre por todos lados", declaró el protagonista, Michael C. Hall, que entre 2001 y 2005 se metió en la piel del nervioso y gay director funerario David Fisher, de Six Feet Under: "El día de la grabación fue todo muy serio, lúgubre, reservado. Sólo los miembros del equipo que participaban en esas escenas habían visto el texto verdadero. Para todos los demás había un final falso en el guión".

Tras la pérdida, Dexter vuelve a parecerse más a ese personaje que dibujó el escritor Jeff Lindsay. Pero esta vez tiene un bebé y la marca de la sospecha sobre sus hombros: al FBI y a su compañero Joey Quinn les parece...

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