País de huecos

Son muchos los indicadores que permiten apreciar el grado de desarrollo que tiene un país, entre ellos los servicios públicos, su calidad, continuidad, seguridad. Otros indicadores están asociados al estado de la infraestructura, área en la cual la vialidad cobra un lugar fundamental: las carreteras, calles y autopistas son una radiografía de la salud del organismo llamado administración pública. En Venezuela, por donde quiera que uno transite, encuentra las vías de circulación llenas de huecos, baches, fallas y fracturas; increíbles huecos en autopistas en plena vía rápida, alcantarillas sin tapa que ponen en riesgo la seguridad de quienes las recorren, destruyen los vehículos y generan congestionamiento. Esta enfermedad que tienen nuestras carreteras pareciera ser crónica; el Gobierno nacional y los gobiernos regionales luchan por echarse la culpa unos a otros, pero, al parecer, lo importante es quedar bien con sus partidarios y no resolver este grave problema que día a día aumenta y se hace parte de las características que nos definen. Mostrar, en un país petrolero, una facha da de asfaltados como la que tenemos explica claramente por qué cuando hay abundante o extrema lluvia, embalses y represas desbor dadas, en...

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