País rico, sociedad pobre

Nadie pone en duda que las realidades venezolanas determinan como inope rante su modelo económico.La creciente población en condiciones de pobreza extrema y el repugnante contraste con una privilegiada sociedad de la abundancia, requiere de tanta atención para que sea tratado como medular en el cambio de rumbo para poder evitar que lo que hoy se denomina crisis humanitaria se convierta en emergencia como consecuencia de una explosión social.La invitación al diálogo entre las partes opositoras y el régimen parece centrarse solo en temas políticos, y no en planes para erradicar los males sociales que constituyen el pesado lastre que impide el despegue hacia el desarrollo sostenible.Acabar con las condiciones que caracterizan la pobreza en una determinada sociedad es tarea primordial, o al menos debería serlo para un gobierno democrático. En Venezuela esto no parece ser la norma.¿El reciente decreto aumen tando el salario mínimo permitirá que las remuneraciones conduzcan a mayor dignidad en el trabajo, o desembocará en el total estrangulamiento del mercado laboral? No frenar la galopante in flación estimula más el crecimiento de la pobreza que cualquier comportamiento del capitalismo salvaje, tan mencionado en los discursos vacíos del presidente y sus incompetentes colaboradores. Alexis de Tocqueville definía la democracia como un estado de la sociedad y no como una forma de gobierno. Dicho en otra forma, democracia es la desaparición de privilegios y distinciones, es asegurar para todos las mismas oportunidades.Hoy en nuestra...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR