País, de Yolanda Pantin

U na de las princi-pales virtudes de esta edición es la de ofrecer a la vez un exhaustivo recorrido por la obra poética de Yolanda Pantin Caracas, 1954 y un conjunto de referencias indispensables para entender la evolución de la poesía venezolana en las tres últimas décadas. Lo uno no va aquí sin lo otro, como un signo fehaciente de la fuerte representatividad de una poeta en cuyos versos se han ido reconociendo esa suma de particularismos y sensibilidades que le dan forma y sentido a una tradición.La de Pantin no es, sin embargo, una trayectoria consensual ni ecléctica. Su nombre empieza a sonar a principios de los años ochenta junto al de otros jóvenes caraqueños que, a través de un polémico y encendido manifi esto, se dan a conocer como el grupo Tráfi co. En una república literaria dominada entonces por la alta modernidad de fi guras como la de Rafael Cadenas 1930, Guillermo Sucre 1933 y Eugenio Montejo 1938-2007 por citar solo a los autores internacionalmente más conocidos, Tráfi co irrumpe con un discurso crítico que promueve un relevo generacional y supone, en muchos aspectos, el fi n de una época. Conversacionalismo, realismo y prosaísmo son los tres subtextos esenciales a la hora de interpretar la trama de poesía y política que se teje en el manifi esto de Tráfi co, así como también la posición de ruptura que Pantin y los demás miembros del grupo adoptan ante una producción poética nacional que consideran esencialista y elitista, tan alejada de las circunstancias históricas del país como del habla o las hablas de la sociedad venezolana.Ya se ha escrito mucho so bre lo justifi cado o injustifi cable de aquel diagnóstico y no creo que el espacio de una reseña tan breve sea el lugar para plantear una nueva discusión del tema. Basta señalar que los primeros libros de Pantin se escriben al calor de una ruptura que, a todo lo largo de la década de los ochenta, va a ir acompañando la creciente crisis del proyecto moderno venezolano en los ámbitos más diversos. Pues no solo la poesía entra en una fase de dudas y cuestionamientos sino también el modelo económico desarrollista, el esquema de legitimidad política que lo sustentaba y la defi nición misma de la cultura nacional y del lugar que ocupaba en el gran relato del universalismo moderno. Títulos como Correo del corazón 1983, La canción fría 1989, Poemas del escritor 1989 y Los bajos sentimientos 1993, to dos incluidos en la presente edición, pueden ser leídos, desde esta perspectiva...

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