El paisaje cotidiano

En diferentes contex-tos la regularidad de los cambios en la so ciedad forma una dinámica tal que dejan de registrarse sus síntomas como significativos, se hacen parte del paisaje cotidiano. En adición a la existencia de nuevas entidades y referencias a la parte orgánica, de funcionamiento e interrelaciones puede llevar otro ritmo y a la larga también pasan a integrarse a lo cotidiano. Un proyecto político implica la creación de estructuras; la introducción o la sustitución de instituciones, normas y códigos de conducta, y modificaciones en el funcionamiento orgánico del Estado y de la sociedad. En el caso venezolano, bien vale la pena calibrar la visión para poder precisar y valorar las novedades que ya se hicieron parte del paisaje. Algunas, porque ya son parte del funcionamiento normal de las cosas; otras, porque están pero no se notan. Hace apenas seis o siete años, por ejemplo, era una novedad la formación de un consejo comunal como fenómeno de reunión en las comunidades. Hoy, son parte esencial de los esquemas de reconocimiento y atención de necesidades. También era un hecho inusual que se dictaran normas ejecutivas expeditas para estatizar o expropiar empresas. Actualmente, se va haciendo cada vez menos presente el cuestionamiento con respecto al origen del creciente tejido de empresas del Estado, empresas de propiedad social y otras formas corporativas que, antes de extrañar, abundan. Para el momento en referencia, la variedad de actores en el dial y en el espectro radioeléctrico era parte de las opciones para elegir de los usuarios y consumidores. Sí, la diversidad en los anaqueles era de productos con trayectoria, de manera que una marca novísima e importada era una cuestión...

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