Gestografía de la pareja

La novena edición del Festival mundial de solos y duetos propició una mirada introspectiva hacia la danza escénica venezolana, que no se tradujo en un diagnóstico sobre su situación actual, aunque dejó en claro fortalezas y debilidades, convirtiéndose solo en vitrina donde poder apreciarse aunque fuera de manera general y periférica. Asimismo, el evento permitió restablecer algún modesto contacto con la danza contemporánea internacional, fundamentalmente con dos representaciones de interés provenientes de España y Suiza.Más de 20 agrupaciones nacionales independientes -seis de ellas procedentes del interior del paísmostraron dentro del festival rostros diversos de una misma realidad, la de una danza que no se observa plena ni expansiva, sino que persiste en una actitud de constante subsistencia.El muestrario presentado sobre lo que actualmente se realiza en el arte del movimiento permite la anterior aseveración y, sin embargo, también concluir que allí, en esos grupos, continúa encontrándose la verdadera fuerza potenciadora de la danza artística de Venezuela.Al lado de colectivos de ya larga trayectoria, alternaron nuevas asociaciones y hasta individualidades emergentes que procuran su institucionalización en busca de su propio espacio.Las iniciativas generadas desde el Estado compartieron el evento con el amplio y también desequilibrado ámbito que supone la danza independiente nacional. La participación de la compañía española Provisional Danza resultó un momento notable dentro del Festival de solos y duetos . Su direc tora, la coreógrafa madrileña Carmen Werner, ya conocida en el país, interpretó junto con Alejandro Moratta el dúo Eternos Bach, Haendel, obra de...

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