Pasan hasta 16 horas a la intemperie por un salario mínimo

El kiosco de Arelys López está escondido entre cientos de tarantines en la redoma de Petare. El puesto tiene aproximadamente 1 metro de ancho por 2 metros de largo. En esas dimensiones, la única comodidad permitida es un ventilador.El aparato tiene fines prácticos: si hace mucho calor corre el riesgo de que se dañen las frutas que vende en el local.López paga impuestos al mu nicipio Sucre y el kiosco tiene medidor de electricidad; pero carece de las comodidades que muchos trabajadores dan por hecho. No tiene baño y menos un microondas para calentar el almuerzo. López trabaja en la calle desde que tiene 8 años de edad, por lo que ha aprendido a sobrellevar la ausencia de servicios. Para ir al baño acudo a los restaurantes de la zona colonial y el almuerzo me lo trae mi hija, afirma. En el kiosco pasa cerca de 13 horas al día. Sale de su casa, en Maca, a las 4:00 am, con destino al Mercado de Coche. Allí compra la mercancía que le haga falta y a más tardar a las 7:30 am comienza la jornada de ventas, que termina pasadas las 8:00 pm.Soy auxiliar de farmacia. Pe ro tengo 5 años encargada del kiosco, que es propiedad de mi mamá. Prefiero trabajar por mi cuenta porque no tengo intermediarios para ganarme el dinero, justifica.La mujer no especificó cuán to dinero hace al día. Asegura que son muchos los factores que inciden en la ganancia final. Alfredo Padilla, representante del Movimiento por la Defensa del Patrimonio Familiar, explica que la mayoría de los que forman parte del sector informal de la economía no ganan mucho más del salario mínimo. El ingreso es variable, considerando que en el caso de los buhoneros, por ejemplo, cambian de rubro según la circunstancia; también influye el punto de la ciudad en el que se ubiquen. Hay quienes trabajan hasta 16 horas diarias, mucho más de lo que permite la ley, y si llueve, no venden.Como López, no todos los que forman parte del sector informal de la economía son buhoneros; en ese rubro están incluidos empleados domésticos, pintores, conductores o miembros de compañías con menos de 5 trabajadores. De acuerdo con la última medición del Instituto Nacional de Estadística, ese sector lo constituyen 5.342.390 venezolanos.Sin oportunidades. Rafael Orozco tiene 65 años de edad.Asegura que con sus años no encuentra empleo ni como vigilante, así que optó por vender plátanos en la calle...

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