Mi pasión secreta

Las armonías de Julie Restifo Los domingos en la casa de la niñez de la actriz Julie Restifo eran de mucha melodía. Su padre acostumbraba convocar a algunos amigos para entonar el repertorio del folclore siciliano, al tiempo que su madre, norteamericana, hacía lo propio con la música anglosajona. Así, ambos decidieron apuntar a su hija en clases de piano, luego de notar una inclinación especial por el canto y las artes en general. "En el colegio tocaba la guitarra y cantábamos canciones de Serrat. Llegué a participar en un concurso llamado 'La carrera del sol', una especie de intercolegial de música", dice. Su carrera como actriz se fue dibujando y terminó por anteponerse, aunque confiesa que le hacía mucha ilusión cada vez que veía la oportunidad de cantar en alguna obra. Aunque invirtió tiempo en clases para preparar la voz e inclusive llegó a presentarse en la Casa del Artista hace unos años, una reunión con Hugo Fuguet, guitarrista con más de 20 años de trayectoria que ha trabajado con artistas como Ilan Chester, Frank Quintero y Kiara, la impulsó a incursionar públicamente en el canto. "Pensé que uno tiene que hacer las cosas que le gustan en la vida. Le consulté a Hugo si ensayar un repertorio para un show era una salida viable e interesante para el público, y me dijo que sí". El consentimiento de Fuguet y la alineación de una banda con músicos de altura sentaron las bases para que Restifo sintiera seguridad en su nuevo rol. El resultado es un recorrido retro que incluye grandes hits en inglés que la actriz escuchó en su adolescencia. "Le llamamos Groovy Julie, y el principal propósito es entretener a la gente", cuenta entusiasmada como si fuera la primera vez que se presenta en las tablas. Las cadencias de Marcel Rasquin Es un ritual: durante varios días a la semana, entre siete y ocho de la noche, en la casa de Marcel Rasquin caen gotas al suelo. Al director del taquillero filme Hermano no le hace falta subir a El Ávila o correr para mantenerse en forma porque una hora descargando en la batería vale la transpiración de una buena sesión de ejercicio cardiovascular. En un rincón improvisado de su sala, justo al lado de las películas "quemaítas", un televisor viejo y los premios que ha ganado como cineasta, se halla la batería eléctrica que su tío Santos le cedió hace tres años. La programa para que suene como el instrumento tradicional, que aprendió a tocar formalmente cuando tenía apenas 14 años. "Crecí rodeado de familiares que son...

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