Búsqueda patrimonial de la frijolada margariteña

La Asunción, capital del estado Nueva Esparta, y por lo tanto de nuestra isla de Margarita, posee una tradición religiosa profundamente arraigada en la psiquis del calendario cultural de sus habitantes. En esa hermosa ciudad enclavada al pie del cerro Copey se construyó la segunda catedral del país en 1571 la primera es la de Coro, 1527, y desde ese cerro Copey bajan los palmeros con sus atados de palma para ser bendecidos en acto público cada Domingo de Ramos. La Semana Santa de La Asunción es impresionante. Todos los días del calendario religioso mayor del cristianismo son celebrados con reverencia en actos masivos de calle, culminando con el Viernes del Santo Sepulcro, cuando cerca de 30 hombres acompañados por el sonido vivo de trompetas cargan a paso fúnebre por 5 horas, por toda la capital, una enorme urna de cristal con Jesús muerto adentro, hasta que a las 3:00 pm hora del fallecimiento de Cristo según la tradición popular.Ver Marcos 15:25 introducen el Santo Sepulcro a la catedral en medio de una misa apoteósica. Terminada la misa, esos mismos cargadores se van a la sede de la Asociación de Cargadores y Palmeros Asuntinos y le sirven una frijolada margariteña a 200 personas. Se trata de una tradición que se inició hace ya casi 3 décadas, como recurso para reponer fuerzas luego del titánico esfuerzo de cargar por 5 horas.Hoy es un acto de comunión en el que esos mismos hombres cargadores hacen desde la madrugada la frijolada, y horas después se la dan gratis a cualquiera que les toque la puerta. Ser testigo de ello probablemente es de los momentos gastronómicos más profundos que he vivido.II Tac tac tac, suena rítmicamente en el silencio de la calle Independencia de La Asunción a las 4:00 am. Tac tac tac es lo que único que acompaña a los gallos. Tac tac tac desde la casa 11-96, sede de los Cargadores y Palmeros Asuntinos. Adentro aproximadamente 10 hombres, cuyas edades van de los 30 a los 70 años, tienen 2 ollas hirviendo hace rato.En una se cocinan con orégano cubos de cerdo salado y ahumado. En la otra hierven los frijolitos blancos. En silencio, los hombres van cortando sobre las tablas monte, ají dulce, ajo, cebolla y maíz. Tac tac tac sobre esas tablas suena el aliño, que luego colocarán a hervir en una tercera olla. Un muchacho le lleva a uno de los vie jos un trozo de carne para que apruebe la textura, otro va quitando pacientemente la espuma que brota de los granos. Unen las carnes coladas...

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