Paul Berman pulsa el botón de alarmas

Cierro el libro y siento la urgencia de llamar a mis entrañables buenos lectores. Quiero preguntar si alguien guarda noticia de Paul Berman. Y quiero contarles que yo no tenía ninguna hasta ahora. Y que levanté el libro del mesón y lo pagué sin saber con precisión qué llevaba. Y que al cerrarlo doy gracias al atisbo que me dio la ocasión de leerlo y conocer a este intelectual que, dueño de un poliédrico aparato de análisis de nuestro tiempo, ha publicado un ensayo que lleva por título La huida de los intelectuales Duo mo Ediciones, España, 2012. He pensado que de este libro po drían derivarse numerosos debates, cada uno de ellos necesario: Uno, sobre las verdaderas raíces del pensamiento de Tariq Ramadan, a quien cierta prensa europea y norteamericana ha calificado como un pensador que promueve un islamismo tolerante, cuando una lectura de su obra en profundidad, lectura que sí ha hecho Paul Berman, lo revela como un oscuro cómplice del pensamiento que legitima el terrorismo. Dos, sobre la ausencia de verdaderas prácticas de investigación en el campo del periodismo, que hagan posible la producción de contenidos menos frívolos y más responsables. Tres, sobre los vínculos y alianzas que nazismo e islamismo mantuvieron en las décadas de los treinta y los cuarenta, y que se ha proyectado hasta nuestros días en la abyección terrorista antijudía. Cuatro, sobre el caso de la escritora Hirsi Ali, no sólo perseguida por los islamistas sino vulnerada por el machismo y los argumentos mendaces de figuras que se presumen ejemplares de lo bienpensante como Ian Buruma o Timothy Garton Ash. Cinco, sobre las insólitas alianzas entre las variantes marxistoides y las islamistas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR